Editorial
Por Frente Estudiantil Diana Maidanik
Esta revista lleva la razón de ser y la meta de su quehacer en su nombre: Apuntando. Vivimos una época donde casi no existen, en el movimiento estudiantil, expresiones de este tipo. La velocidad con la que vivimos los acontecimientos cotidianos, hundidos muchas veces en el scroll inmovilizante o simplemente sin tiempo para detenernos a ver el mundo, a reflexionar sobre el mundo o, un paso más, a escribir sobre el mundo, podrían ser factores que expliquen el por qué hoy vemos como animales extintos a las revistas estudiantiles.
No se trata en lo absoluto de parar el mundo, de abstraernos de él, de verlo desde lejos y escribir sobre el universo circundante sin tomar partido. Entendemos que el movimiento estudiantil no puede estar divorciado de la historia, no puede estar divorciado de su tiempo. El estudiante no puede ser un espectador pasivo de los acontecimientos. El estudiante tiene que ser un actor consciente, un luchador, un creador. Tiene que interpretar su papel en esta hora histórica con responsabilidad y con entusiasmo. Tiene que conocer la realidad, estudiar la realidad, transformar la realidad.
Previo a la invención de la escritura, los humanos primitivos se valían de recursos mnemotécnicos para recordar aquellas cosas que no debían olvidarse. De manera oral se transmitían los mensajes que muchas veces tomaban la forma de cantos, poemas o rimas que facilitaban su memorización. Hoy, y desde hace ya algunos siglos, se estudia apuntando en cuadernos y cuadernolas, para no olvidar aquello que el profesor dice. Apuntar es un remedio para el olvido. Uno apunta rápido lo que escucha, una idea que viene sin previo aviso a la mente o la lista de lo que se debe comprar o hacer al día siguiente. En resumen: apuntamos todo aquello que debemos tener presente.
Apuntar tiene muchas acepciones y la revista debe su nombre a todas ellas. Este primer significado —el de poner en negro sobre blanco algunas cosas— es, en parte, el objetivo de la revista. Pretendemos contagiar la necesidad de escribir para enriquecer el debate político del estudiantado. Nuestro lenguaje será el llano y sincero hablar de nuestro pueblo, apuntando contra las injusticias, porque apuntamos a la posibilidad de una plena realización humana en el seno de una sociedad justa y por ende igualitaria. Apuntamos a un movimiento estudiantil que discuta y polemice, que construya y se realice vastamente a través del arte, del cine, la literatura, la escritura y, por supuesto, la lucha.
Con esto en mente, nos movemos en el marco del Frente Estudiantil Diana Maidanik, que no es más —ni menos— que un grupo de estudiantes con decenas de inquietudes y proyectos, que debe su nombre a una militante comprometida de épocas convulsas, asesinada por las fuerzas militares, el 21 de abril de 1974, junto a Laura Raggio y Silvia Reyes.
La revista aborda una diversidad de temas locales e internacionales. Uruguay, Latinoamérica y el mundo entero encuentran ante sí problemas de la misma naturaleza. Cada estudiante aporta lo suyo para el análisis de una realidad que va más allá del accionar circunstancial de un gobierno continuista y mediocre, sin duda más fugaz que sus consecuencias.
Esta es la primera edición de Apuntando, así iniciamos un camino de denuncia a las carencias de nuestro sistema de enseñanza en todos los niveles, que encuentran su origen en el modelo económico vigente. Nuestra voz de denuncia apuntará con fuerza en un contexto de lucha presupuestal, para arrancar un presupuesto digno para la enseñanza. Internacionalistas y antiimperialistas, nuestra voz de denuncia apuntará contra los genocidas de la humanidad que perpetúan en Gaza el asesinato de miles de inocentes, contra los cómplices de este crimen también apuntaremos.
Es el mes de los mártires estudiantiles porque a nuestra patria la regaron de sangre para cercenar la inminente posibilidad de un verdadero cambio de rumbo. Llevamos sus nombres a flor de piel, con sus nombres en la memoria, caminamos, un paso tras el otro. Seis décadas más tarde seguimos apuntando a lo mismo, porque este grito es inexorable, inclaudicable.
Ha comenzado ya la reorganización del movimiento estudiantil en UTU y en secundaria. Se organizan, en los liceos, estudiantes de varios departamentos y reclaman revertir la perjudicial «transformación educativa». Sabrán desde el gobierno que el estudiantado, con proyección nacional analiza la realidad sin medias tintas, y ubica esta reforma en el seno del copypaste que proponen los organismos internacionales de crédito. Sabrán que se reconstruyen los gremios de las UTU y uno a uno se levantan nuevamente como flores en primavera, pese al crudo invierno.
Nos anuncian por todos lados un presupuesto austero. Cumplen las obligaciones de los organismos internacionales, el Banco Mundial, el BID y la OCDE. Cumplen con las cámaras empresariales y sus grupos de influencia. Son sumamente responsables con todos ellos. Ahora que exigimos cumplan con la salud, la vivienda y la educación, enarbolan la austeridad. No son austeros con las grandes empresas transnacionales que exoneran de miles de millones en impuestos y pretenden imponer la austeridad a los de a pié, a los de la educación pública, la salud pública y los servicios públicos. No se levantan ante las políticas de dependencia que impone el imperialismo, no plantean otra alternativa más allá de la inversión extranjera, la entrega y el extractivismo.
Apuntamos con claridad: esta revista es trinchera, cuaderno y memoria. Desde aquí, no dejaremos de escribir.
